Dos semanas en dique seco para mi es mucho, el 14 de agosto fue mi ultima salida (el día 16 me di un paseo por Gibralfaro muy corto). Han vuelto a aparecer fuertes dolores en el hombro derecho y sobre todo, el dolor del pecho que no termina por quitarse, así que hasta ayer no he vuelto a salir.
La grupeta está ahora algo disuelta, cosa normal en estas fechas de vacaciones, por lo que mi compañero Eu y yo decidimos hacernos una ruta fácil y corta, eso si, con parada para los churros y el café.
Habíamos pensado ir a Cártama y subir a la ermita, pero como soy así de cabrón y la cabra siempre tira pal monte, acabamos en Jarapalos.
Viento fuerte que iba rolando en varias direcciones por lo que siempre lo tuvimos en contra, temperatura de 36ºC.
Tiramos por el rio Guadalhorce aunque cada vez me gusta menos ir por allí, está todo muy degradado, sucio y con malos olores, además de mucho, muchísimo polvo. A ver si cuando lleguen las lluvias vuelve a regenerarse aquella zona.
Hicimos el camino corto para Alhaurín de la Torre, donde nos comimos unos cuantos churros con un doble de café. Al llegar a la rotonda donde teníamos que coger dirección a Cártama, voy y digo "a tomar por culo, pa Jarapalos" y a Jarapalos que fuimos.
Mal no, peor, no tenia piernas, no tenia fuerzas y hasta me dolía el culo, me había bebido ya medio bidón de agua (llevo uno de 1 litro) aunque por allí no es problema porque hay fuentes, la opción de darnos la vuelta estaba presente.
Yo no me considero una persona con fuerza de voluntad y de superación, pero a cabezón ¡Ay amigo, ahí pocos me ganan! Una vez fui a un concurso de cabezones (testarudos) y me descalificaron porque pensaban que iba dopao. Al concurso de cabezones físicos, de volumen, nunca he podido participar, la puerta de la oficina de inscripción es muy estrecha.
La cosa es que, entre que si, entre que no y rascándome el culo mas que un chimpancés con almorranas, llegamos arriba.
Iba a hacer una bajada tranquila, "dejao de caer" pero, o tengo algún problema de riego, o un térmico escacharrao en la cabeza, porque empecé a bajar tranquilo, pero en cero coma... a tomar por culo la prudencia. No voy a un psiquiatra porque una vez fui a uno y el pobre acabo con tratamiento de ansiolíticos y marihuana terapéutica.
Una parte del descenso, aunque corto, es muy complicado porque el camino es de chinorros sueltos y mucha piedra, ahí no hay grip, hay suerte (o no) pasada la valla y el helipuerto ya todo es carretera.
Al llegar al Arroyo de la Miel iba desfallecido, no tenia fuerza alguna, en Torremolinos la cosa empeoró. Compramos una botella de agua fría en un quiosco y me repuse un poco, bueno, las vistas en el paseo marítimo te levantan el animo y otras partes de tu anatomía que no sabias que seguían ahí.
Tan mal iba que ni nos paramos para las cervezas rituales, seguí como pude hasta casa, eso si, nos mandamos fotos de la birras en un brindis virtual.
Creo que el problema, a parte del parón de 15 dias, fue que solo me tomé un café con una torta y me confié con que desayunaríamos churros en Alhaurín.
El video de la ruta me ha salido algo largo (12 minutos) pero como disfruté tanto bajando por esa carretera que he hecho pocos cortes. No hay videos subiendo porque se me olvidó encender la cámara, al final lo del psiquiatra me lo voy a tener que pensar.
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Los churritos con café.
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Parada para descansar un poco, estoy disimulando, cuando le vi sacar el móvil me levanté de suelo para la foto.
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A rellenar de agua fresca los bidones.
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Y como no, mi cara de estreñio cuando estoy subiendo.
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