Esta mañana quería ir al Molar a una ruta con bastante trialeras pero me he dado el pequeño lujo de, por un día, no poner el despertador... el resultado es que me he quedado sin tiempo y he cambiado de planes: me he ido explorar la zona de los Berrocales del Jarama, un pinar junto a Paracuellos con bastantes trialeras y que, en su día, estuvo mantenido por una cuadrilla de bikers y que hoy está algo más abandonado, si bien se conserva alguna curva peraltada y algunos saltillos. Lo cual no le quita el encanto natural, que es mucho.
Por aquí había venido dos o tres veces que habían resultado bastante poco fructíferas, o me perdía entre los múltiples senderos y cruces, o las bajadas que llevaba en el track no valían un pimiento. Pero estaba seguro de las posibilidades de la zona, así que he vuelto a intentarlo esta mañana soleada. A punto he estado de fastidiarla otra vez, pues venía con un track hecho a mano que me salté en el primer cruce 🤦🏼. Sigo sin apañarme con el Garmin cuando la ruta pasa varias veces por el mismo punto y, por otro lado, bajando de último que uno está pendiente es de la pantalla del GPS...
La primera bajada se terminó en un suspiro, lo que hizo saltar las alarmas del error. Intenté recomponer la ruta como pude y, cuando creía que estaba echado por alto el día, de repente enganché con una trialera no prevista en el track ¡y se hizo la magia! Me encontré una bajada con un primer tramo mucha pendiente y con escalones y raíces, que luego enlazaba con un sendero más llano que iba ganando velocidad poco a poco y que desembocaba en una zona con saltos y una de las curvas peraltadas.
Esto me sirvió para recuperar el optimismo para seguir y también para reenganchar el track, aunque me he dejado un bucle, para variar. La trialera que seguía, formaba para del Circuito 7 Estrellas celebrado en la zona, una bajada poco técnica pero súper rápida entre pinos, de esas que ver pasar los árboles a tu lado como a Luke Skywalker cuando le persiguen los guardias de asalto en la moto voladora en el planeta de los Ewoks (El retorno del Jedi).
Luego venía otra, desde el Búnker de Paracuellos, con la que no me atreví. Es una trialera que baja cresteando con mucha pendiente y muy expuesta a ambos lados, con varios metros de caída. Yendo sólo y sabiendo que no había margen de error, he preferido no hacerla y tirarme por el otro lado, no menos pendiente y más rota, con un surco profundo y atrayente como un iman, pero asequible sin jugarte la vida.
Y la última ha sido improvisada también, viendo una entrada que salía a un lado del camino, rápida, con algún drop y suficientemente divertida para dejar un buen sabor de boca.
Al final me ha sabido a poco, y no contribuye mucho a mi objetivo de kilómetros del año, pero obligaciones domésticas me reclamaban en casa y tuve que renunciar al primer bucle que me salté al principio. Motivo de sobra para volver, porque me pilla al lado de casa y, además, me he reconciliado con esta zona de los Berrocales.
Por aquí había venido dos o tres veces que habían resultado bastante poco fructíferas, o me perdía entre los múltiples senderos y cruces, o las bajadas que llevaba en el track no valían un pimiento. Pero estaba seguro de las posibilidades de la zona, así que he vuelto a intentarlo esta mañana soleada. A punto he estado de fastidiarla otra vez, pues venía con un track hecho a mano que me salté en el primer cruce 🤦🏼. Sigo sin apañarme con el Garmin cuando la ruta pasa varias veces por el mismo punto y, por otro lado, bajando de último que uno está pendiente es de la pantalla del GPS...
La primera bajada se terminó en un suspiro, lo que hizo saltar las alarmas del error. Intenté recomponer la ruta como pude y, cuando creía que estaba echado por alto el día, de repente enganché con una trialera no prevista en el track ¡y se hizo la magia! Me encontré una bajada con un primer tramo mucha pendiente y con escalones y raíces, que luego enlazaba con un sendero más llano que iba ganando velocidad poco a poco y que desembocaba en una zona con saltos y una de las curvas peraltadas.
Esto me sirvió para recuperar el optimismo para seguir y también para reenganchar el track, aunque me he dejado un bucle, para variar. La trialera que seguía, formaba para del Circuito 7 Estrellas celebrado en la zona, una bajada poco técnica pero súper rápida entre pinos, de esas que ver pasar los árboles a tu lado como a Luke Skywalker cuando le persiguen los guardias de asalto en la moto voladora en el planeta de los Ewoks (El retorno del Jedi).
Luego venía otra, desde el Búnker de Paracuellos, con la que no me atreví. Es una trialera que baja cresteando con mucha pendiente y muy expuesta a ambos lados, con varios metros de caída. Yendo sólo y sabiendo que no había margen de error, he preferido no hacerla y tirarme por el otro lado, no menos pendiente y más rota, con un surco profundo y atrayente como un iman, pero asequible sin jugarte la vida.
Y la última ha sido improvisada también, viendo una entrada que salía a un lado del camino, rápida, con algún drop y suficientemente divertida para dejar un buen sabor de boca.
Al final me ha sabido a poco, y no contribuye mucho a mi objetivo de kilómetros del año, pero obligaciones domésticas me reclamaban en casa y tuve que renunciar al primer bucle que me salté al principio. Motivo de sobra para volver, porque me pilla al lado de casa y, además, me he reconciliado con esta zona de los Berrocales.