Mi experiencia:
- En la bici de Málaga, empecé con discos de 160 y frenos de Shimano básicos, frenar frenaba, pero llegaba al final de la bajada con las manos hechas mistos. Cambié a los frenos de la KTM (MT-506) con discos SLX 180 delante y 160 detrás. La cosa mejoró pero aún no me sentía cómodo en las bajadas rápidas por pista más o menos rota y mucho menos en sendas empinadas donde hay que modular mucho la frenada. Cambié a unos XT que le compré a un compañero del foro nuevos quitados de otra bici (modelo M8000) y la cosa mejoró muy, muy sustancialmente. Sobre todo en bajadas largas y rápidas, pero me seguía faltando un punto de retención cuando la cosa se complicaba en trialeras con inclinación. Finalmente, le puse disco de 180 detrás y ya estoy satisfecho! Yo sí que he ido notando mejora notable en cada paso de la evolución. Por cierto, llevo pastillas Shimano refrigeradas (resina)
- En la KTM, llevo XT M8100 con discos XT Ice-tech de 180 delante y detrás, pastillas de resina refrigeradas y la frenada nunca ha supuesto una pega. Sí que noté el cambio, para mi gusto abismal, entre los MT-506 y los nuevos XT. No soy consciente de haber perdido nunca efectividad en la frenada en bajadas largas, ni calentamiento ni insuficiencia de retención.
- En la Occam llevo XT M8120 de serie (4 pistones) con discos Ice-tech de 180 en ambas ruedas y pastillas de resina refrigeradas. Hasta ahora la frenada no ha sido un “issue”, y tampoco se me calientan ni pierden efectividad cuando hago burradas con ella. Peeeeero… en la jornada de la Pinilla, donde todo es bajar y bajar y bajar y volver a bajar (léase esto con la voz de Luis Aragonés) terminaba con las manos destrozadas. No me faltaba frenada en absoluto, pero pienso que con un disco de 203 ganaría en comodidad (y el peso me da igual en esta bici), así que en breve será lo que haga y ya contaré por aquí.