He encontrado este vídeo sobre la vida de los componentes de carbono, con dos muy buenas entrevistas a expertos. Está en inglés, pero se pueden activar los subtítulos en Español.
Va orientado a las bicis de carretera, pero se puede aplicar casi todo a las BTT.
Resumen:
Va orientado a las bicis de carretera, pero se puede aplicar casi todo a las BTT.
Resumen:
- El carbono sufre fatiga, aunque es diferente de la de los metales. En éstos, se producen micro-fracturas que van creciendo hasta que una de ellas falla de forma súbita y catastrófica. En el carbono, se producen más y más micro-fracturas en la resina que no crecen. Esto hace que el material se vaya haciendo más flexible con el tiempo, así que "avisa".
- Cuanto más grandes y frecuentes son las flexiones, más rápido se deteriora. En este sentido, las vainas que actúan de suspensión que llevan algunos modelos de bicis pueden ser problemáticas.
- La resina se daña por los rayos UV y por la humedad. Dejar el carbono "al aire", sin cubrirlo, no es buena idea, aunque el proceso es lo suficientemente lento como para no ser significativo a no ser que la bici se guarde expuesta a la luz solar. La pintura, laca o barniz hacen este proceso más lento, pero no lo detienen completamente.
- Un cuadro de carbono, con el uso y en una sola temporada, puede variar sus propiedades mecánicas de forma apreciable. Lo que dicen algunos ciclistas profesionales de "cuadros muertos" es real: el cuadro ha perdido rigidez y se nota. Es algo que afecta especialmente a los sprinters.
- El carbono no tiene "fecha de caducidad", depende del uso y de su conservación. Si el uso no es muy exigente y se guarda a salvo de la luz solar y de la humedad, puede durar muchos años.
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