Yo vengo de un VW Tiguan TDI 4 Motion 170 Tiptronic y he pasado a un Forester 2.0I CVT Executive. Las cajas se diferencian mucho debido al par que tiene el motor. No es lo mismo una caja automática en un turbo diesel que la misma caja en un gasofa atmosférico.
El Tiguan era una locomotora. Tenía potencia de sobra en cualquier marcha y el turbo entraba desde muy abajo. Problema: la nula fiabilidad. Dió problemas de todo tipo...y con 90mil km empezó a fallar la caja. Y era una Tiptronic...supuestamente fiable. A partir de ahí lo logré vender bien (mantenimiento al día en concesionario oficial) y cambié radicalmente al Subaru.
La primera vez que lo llevé, pensé que me había equivocado de coche. Pude acceder al XT (240cv) pero los consumos me tiraron hacia atrás- Pensé que con 150 cv había de sobras...y con el tiempo ví que no me había equivocado. El problema es que viniendo del diesel, de su traqueteo, de su poco refinamiento...vas en un coche que es un prodigio de silencio, la caja cvt es sumamente suave (priman los consumos)...que como te guies por las sensaciones, descubrí que llaneaba a 150 km/h lloviendo a mares. Parece que vas despacio, pero en realidad no.
Y si quieres que corra de verdad, la caja revolucionará el motor porque sencillamente, en un gasofa atmosférico, ahí es donde da la potencia y sale disparado. Además, para mí es un placer oir rugir un motor boxer.
Por no hablar de la seguridad que da una tracción permanente, a años luz de la que tenía el VW, que era "conectable".
En cuanto a las cajas de doble embrague, mi hermano tuvo problemas con un Leon y un colega con un A3. Además que llevan un mantenimiento bastante escrupuloso. No se llevan bien con motores con mucho par.
Resumen: el cvt o lo amas o lo odias...pero para nada "capa" las prestaciones del coche. Su suavidad hace parecer que vas despacio cuando en realidad no es así.
