Con una semana de retraso, mis primeras impresiones después de 25 años sin coger una bici.
Lo de que andar en bicicleta no se olvida nunca puede ser cierto... para el que sabía andar en bicicleta. Yo me he dado cuenta de que sabía no caerme y poco más. Esto se traduce en:
- Llevo el asiento más bajo de lo que debería porque no estoy acostumbrado a no "hacer pie", necesito ser capaz de apoyar un poco más de lo que se apoya con el asiento bien regulado hasta que gane seguridad.
- Comprar monoplato ha sido un acierto. Hay un botón que pulsar cuando pedalear cuesta mucho, y un botón al que dar cuando pedalear cuesta poco. Ya. Cero complicaciones.
- El casco integral y las gafas-máscara fotocromáticas han sido un acierto a la hora de darme seguridad, pero un poquito de visión lateral si que pierdo. Entre eso y que no me siento nada cómodo girando la cabeza para ver si tengo vehículos detrás, me he comprado unos retrovisores pequeñitos. Cero vergüenza, estaba claro que yo iba para un foro de cicloturismo y me confundí en un desvío y acabé en este.
- No tengo ni puta idea de como usar los frenos, o subir un bordillo, o cosas así. Tengo que ponerme a buscar información en internet sobre como andar en bici más allá de pedalear, pero os juro que si hubiese una escuela en Vigo me anotaba.
Pero lo más importante: he recordado porque me encantaba ir en bici de niño y creo que compensa la sensación con el miedo de tener un accidente y la mala hostia que me da cada vez que veo a un ciclista pasando en dirección prohibida por la puerta de mi casa.
Esta semana estoy de guardia en el curro y no me mola alejarme de casa, no me da llegado la semana que viene para ir a darle otra vuelta.