Travis Pastrana detalla, por ejemplo, que ha sufrido 40 fracturas repartidas en siete huesos del pie derecho, además de roturas de tibia y peroné en ambas piernas y varias fracturas de meseta tibial —“tres en un lado y dos en el otro”, precisa— que terminaron en un reemplazo de rodilla. A ello se suman tres roturas de ligamento cruzado anterior en una rodilla y dos en la otra, un reemplazo de cadera, pelvis hecha añicos, clavículas rotas varias veces, costillas fracturadas, un codo operado con 11 años y una muñeca fusionada tras incontables caídas.
Entre los golpes más graves, el de Lake Havasu le dejó la columna fracturada y la pelvis destrozada, en una lesión de la que, según le explicaron, solo existían tres casos documentados de supervivencia sin desangrarse ni quedar paralizado. Pastrana pasó cuatro meses en silla de ruedas, pero nueve meses después ya estaba ganando de nuevo en los X Games.
La lista sigue: una caída en Castillo Ranch que combinó fractura de tibia, rotura de LCA y LCP, y otra lesión que acabó con una rodilla de por vida comprometida. En 2022, durante un salto base para un proyecto de “Gymkhana”, volvió a romperse la pelvis, el sacro y el coxis, además de desgarrar la uretra y necesitar cinco transfusiones de sangre. En otra ocasión, un intento de truco terminó en una lesión con 40 fracturas en el medio del pie y seis meses sin poder caminar.
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