Pues algo de eso sí que puede haber. Hay coches en los que cuesta diferenciar si vas en un Q7 o en un deportivo. Controles de tracción, controles de estabilidad, suspensiones electrónicas regulables, total insonorización del habitáculo (y la tendencia a la motorización "downsize" que hace que el sonido procedente del motor de muchos coches supuestamente deportivos de auténtica pena)...vamos, que se ha perdido la auténtica "esencia" de la conducción deportiva tal y como debe de ser entendida.
Y sí, se pueden desconectar todos estos controles, pero nunca del todo. Bien es cierto que ésto se hace en beneficio de la seguridad, pero lo que buscas son sensaciones...y no me sirve de nada que vayas a 260 (en un circuito) en completo silencio y que el coche ni siquiera balancee y todo esté controlado por la electrónica. De buen seguro, que el antiguo NSX tenía mucho más "alma" que el moderno, como también es seguro que correrá menos y marcará peores tiempos. Pero el conductor de un NSX "viejuno", seguro que se bajará del coche con la piel de gallina, sudado y con una sonrisa de oreja a oreja. El del nuevo, se bajará impecable con su traje y sin una gota de sudor.
Como experiencia, el año pasado pude conducir por Montmeló un R8. Un coche impresionante se mire por donde se mire, con el cual puedes ir rápido sea el que sea tu nivel, mientras cómodamente disfrutas de la música y del climatizador. Vas rápido, muy rápido y ni te enteras.
Por poner un ejemplo, como deportivos (y estamos hablando de 400cv menos), me parece mucho mejor un Integrale (por poner un ejemplo de coches que he llevado al límite). Un coche duro, con el que te tienes que pelear, lo tienes que conocer, tienes que oir su motor para saber cuando cambiar, sin ningún tipo de ayudas, sin equipo de música...solo tú, la máquina, la tracción integral, el sonido brutal del motor...vamos, a mí dame un R8 para la autopista, y un Integrale para todo lo demás...aunque solo con éste último ya sería felíz.
Hay coches que tienen "alma" y otros que son aparatos de pura electrónica, que dejan ya muy poco margen de que el conductor pueda explorar sus dotes para dominar la máquina...
P.D: En el video que ha puesto Sir Sproket por arriba (que casi me hace llorar, puesto que representa la esencia de la pura conducción), en el minuto 5 sale un Austin Metro VR4. Uno como ese he tenido el privilegio de verlo en primera persona, puesto que suelen competir con él una pareja de adorables ancianitos suecos (marido y mujer) en la categoría de clásicos del RACC Catalunya-Costa Brava. Hace ya unos años estuve hablando con el abuelete-piloto y le pude hacer unas fotos de cerca. Creo recordar que rondaban los 70 años...y me dijo algo que nunca olvidaré: "Esto es una máquina...la puedes llevar al límite...a tus límites...a los de ella...pero nunca nadie me dirá cuales son esos límites...los descubriré yo...".
A ver si encuentro las fotos y las cuelgo...