MiguelAngelVal
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Bueno, pues hoy os presento a mi compañera. Zeus Victoria 1984. Os cuento un poco la historia. Llegó a casa un invierno, ya estaba en la familia. No se le daba uso y a mi siempre me gustaron las clásicas, concretamente las italianas Pinarello de la época y las Cinelli. Auque por casa veíamos miles de Olmo, Razesas, Otero, Macario, como me gustaba la Tourmalet!!! Pero este es otro rollo.
Está es la primera foto que tengo de ella
Es curioso que no pude esperar a llegar a casa, la saque y se la envié a un amigo. Le dije: mira mi nueva bici, te vendo la Onix!! Jjajjajaja Era una coña, claro…pero al tiempo!
Aquí ya en casa:
Por aquel entonces yo montaba una Onix de carbono, montada en ultegra, para mi una máquina. Una máquina muy seria, en realidad. Era como un potro de trabajo. Ni ella me daba tregua ni yo a ella. Cariño no había, sólo pesos, cadencias, series y tiempos. No se si me entendéis?
Era una como esta:
Pero fue llegar la Zeus y convertirse en la reina de la casa. Tenía un encanto especial, y me motivaba mucho sacarla de ruta. Pasar a la gente montada en carbono (plastiquete del bueno) con tu hierro, no tiene precio. No sabía por qué pero cada día que pasaba, me apetecía menos sacar la Onix. Las sensaciones con la Zeus no tenían parangón para mi. Poder ajustar a la décima parte de un milímetro la maneta, para que no rozase en ningún diente (finísima y silenciosa, siempre),para cambiar, tener que sacar cada vez la mano del manillar tenía su encanto. Bajar piñones para coger velocidad empujando hacia adelante la palanca, con un gesto como de ….me la sopla! :-D
A todo esto, la Onix montaba 10 piñones en compact delante, y esta era muy de hombre 52-40 delante y 5 piñones detrás14-24 (si mal no recuerdo), vamos de macho, machote. Pero lógicamente, lo que más nos gusta, no es siempre lo más saludable, ni lo que obedece a las pautas de la lógica. La realidad es que había que echarle muchísimos huevos para subir con ella, además había que sentarse para cambiar en las subidas y esos desarrollos tampoco eran los mejores si querías conservar las rodillas bien. Pero bueno, era la hostia, para mi. La apoyaba cuando parábamos a almorzar y a veces nos costaba cortar conversaciones, con otros ciclistas, pues la Zeus siempre suscitaba comentarios. Siempre buenos recuerdos, con los antiguos aceros.
Continuará (que tampoco quiero daros la brasa mucho...) :angel:
Está es la primera foto que tengo de ella
Es curioso que no pude esperar a llegar a casa, la saque y se la envié a un amigo. Le dije: mira mi nueva bici, te vendo la Onix!! Jjajjajaja Era una coña, claro…pero al tiempo!
Aquí ya en casa:
Por aquel entonces yo montaba una Onix de carbono, montada en ultegra, para mi una máquina. Una máquina muy seria, en realidad. Era como un potro de trabajo. Ni ella me daba tregua ni yo a ella. Cariño no había, sólo pesos, cadencias, series y tiempos. No se si me entendéis?
Era una como esta:
Pero fue llegar la Zeus y convertirse en la reina de la casa. Tenía un encanto especial, y me motivaba mucho sacarla de ruta. Pasar a la gente montada en carbono (plastiquete del bueno) con tu hierro, no tiene precio. No sabía por qué pero cada día que pasaba, me apetecía menos sacar la Onix. Las sensaciones con la Zeus no tenían parangón para mi. Poder ajustar a la décima parte de un milímetro la maneta, para que no rozase en ningún diente (finísima y silenciosa, siempre),para cambiar, tener que sacar cada vez la mano del manillar tenía su encanto. Bajar piñones para coger velocidad empujando hacia adelante la palanca, con un gesto como de ….me la sopla! :-D
A todo esto, la Onix montaba 10 piñones en compact delante, y esta era muy de hombre 52-40 delante y 5 piñones detrás14-24 (si mal no recuerdo), vamos de macho, machote. Pero lógicamente, lo que más nos gusta, no es siempre lo más saludable, ni lo que obedece a las pautas de la lógica. La realidad es que había que echarle muchísimos huevos para subir con ella, además había que sentarse para cambiar en las subidas y esos desarrollos tampoco eran los mejores si querías conservar las rodillas bien. Pero bueno, era la hostia, para mi. La apoyaba cuando parábamos a almorzar y a veces nos costaba cortar conversaciones, con otros ciclistas, pues la Zeus siempre suscitaba comentarios. Siempre buenos recuerdos, con los antiguos aceros.
Continuará (que tampoco quiero daros la brasa mucho...) :angel: