Muchos de los que montamos bici, principalmente de montaña, acudimos al gimnasio con frecuencia. En muchas ocasiones buscando mejorar nuestra fuerza como camino para mejorar nuestro rendimiento, con un trabajo analítico (máquinas). En realidad, un trabajo funcional puede ser más beneficioso, pues no se trata únicamente de mejorar la fuerza, se trata de mejorar la transmisión de la misma a nuestro ejercicio. Si nuestro ejercicio es pedalear, se trata de trasmitir de la manera más eficiente posible la fuerza a los pedales, en ello interviene no solo las piernas. Por otro lado debemos tener en cuenta que a determinados niveles de entrenamiento, mejorar la capacidad aeróbica es difícil, pero mejorar la fuerza y transferencia no tanto.
Ejercicio funcional.
Montar en bici requiere de determinadas cualidades físicas como: resistencia, fuerza, etc. En bici de montaña además tenemos cambios de ritmo rápidos, necesitamos de mucha habilidad y equilibrio, todo esto exige el desarrollo de habilidades motrices y condiciones físicas notables, no solo cardiovascularmente, y más si cabe que en la bici de carretera.
Por esta razón muchos acudimos al gimnasio, para mejorar las cualidades físicas que nos permiten avanzar en esta dirección. El problema es, que como hemos dicho, nos equivocamos de tipo de trabajo. El trabajo analítico, estable, controlado, con la espalda apoyada en la maquina, no sirve. No hay libertad de movimiento, ni control postural exigente. El trabajo funcional, nos proporciona mayor destreza motriz y control motor, a largo plazo.
A medida que mejoramos, debemos centrarnos en la mejora de la mecánica muscular que nos permita continuar mejorando y un mayor control sobre los esfuerzos, que nos evite posibles lesiones.
En el core está el secreto.
Es el bloque funcional que forman los músculos del tronco: abdominales, paravertebrales, diafragma… La acción conjugada de estos genera un núcleo del que parten todas las fuerzas transmitidas a través de las diferentes cadenas musculares que ponemos en acción o lo que es lo mismo, es el nexo de unión entre el tren superior e inferior y entre los hemicuerpos. Un trabajo específico puede mejorar la transferencia de las fuerzas que realizamos, gestos más fluidos y económicos en términos de consumo de energía. Por otro lado muchas de las lesiones vienen dadas por las cargas continuas sobre la columna, durante años en ocasiones, el trabajo especifico del core nos ayudará a proteger esta zona.
Hay infinidad de ejercicios y rutinas para trabajar el core, solo hay que buscar un poco. Principalmente se dividen en rutina de activación, integración y transferencia. Sea cual sea vuestro deporte, trabajar el core esta altamente recomendado incluso para los que no practican ningún deporte.