La tracción por pestaña tiene grandes ventajas, tales como capacidad de protar grandes cargas con menor coste energético, posibilidad de convoyes con muchas unidades, etc. El poco rozamiento existente entre rueda y carril es el principal artífice de esa mayor eficiencia energética.
Pero tiene también grandes inconvenientes. El mayor lo provoca también el bajo rozamiento, que hace que no se puedan tener pendientes mayores el 3 por mil, siendo necesario recurrir a areneros, depositar arena entre rueda y carril, o cremalleras cuando la pendiente es superior.
En cuanto al eje rígido, al ser las ruedas troncocónicas, estas hacen el efecto de un diferencial, pero provocan a su vez el llamado movimiento de lazo, que ha de controlarse, sobretodo en unidades de viajeros. También provocan un desgaste irregular de la cabeza del carril y de la propia rueda, que debe ser torneada cada ciertas horas de uso.
El mundo del ferrocarril y de sus infraestructuras es apasionante.