Partes de una bicicleta de montaña
Hoy vamos a hablar de las partes principales de una MTB. Intentaré describirlo de la mejor forma posible y muy simplificado. No esperéis textos con grandes tecnicismos.
El cuadro es la parte principal y más importante de nuestra bicicleta. Es la parte sobre la que se montan el resto de componentes y los asegura todos entre ellos.
Los cuadros los hay de diversos materiales, lo más habituales hoy en día suelen ser cuadros de aluminio y de fibra de carbono (más caro, pero más ligero, a la vez que más fácil de romper en caso de un golpe). Aunque durante la evolución de las bicicletas durante los años los ha habido de muchos materiales, antes era muy común ver bicicletas de acero.
Cada cuadro tiene una forma determinada, comúnmente conocida como geometría. De ello dependen la forma en que iremos montados en la bicicleta, el ángulo de ataque de la rueda delantera, el ángulo del sillín, la distancia entre ejes... Cada cuadro es un mundo, y los hay para todo tipo de ciclistas. Desde cuadros más ideados para hacer rutas de largo recorrido, aprovechando al máximo nuestras pedealeadas; hasta cuadros pensados para ofrecernos más comodidad a la hora de bajar por las trialeras más rocosas.
La parte delantera de la bicicleta está formada por varias partes, comentaremos algunas de las más destacadas.
Las ruedas, están formadas por la llanta que consiste en un aro exterior, normalmente de aluminio o de fibra de carbono, que mediante los radios va unido al buje, que contiene unos rodamientos sobre los que gira la rueda. Hay llantas preparadas para montar frenos de disco y otras para frenos V-Brake. Depende del modelo. También hay llantas selladas preparadas para montar neumáticos Tubeless (cubierta sin cámara).
La pieza que se encarga de mantener unida la rueda delantera a nuestro cuadro y permitirnos girar mediante unos rodamientos es la horquilla. Cada horquilla es un mundo, las hay para todas las modalidades de ciclismo. Pero usualmente consisten en dos barras que sujetan la rueda por el buje, se unen en la parte superior y una tija con un rodamiento inferior entra por el tubo de dirección del cuadro, uniéndolos así.
En la parte superior del tubo de dirección nos encontramos con la potencia, la encargada de unir el cuadro con el manillar. Potencias también hay de muchas formas y alturas distintas, para adaptarse al tipo de conducción que hagamos y nuestra comodidad. Lo mismo pasa con el manillar.
La parte trasera superior de la bici, incluye el sillín y la tija. El sillín va sujeto a la tija la cual va introducida dentro del cuadro y permita desplazamiento hacia arriba y hacia abajo para ajustar la altura del sillín.
Un poco más abajo, tenemos la parte de los pedales. Pedales, bielas, el eje del pedalier, el desviador, los platos… Toda esta composición recibe el nombre de pedalier.
Cuando nosotros pedaleamos, transmitimos la fuerza a través de los pedales a las bielas, las cuales hacen girar el plato sobre el eje que va introducido dentro del cuadro con un rodamiento. Es un sistema muy sencillo.
En el centro de la rueda trasera y montado en el cuadro, encontramos el cambio de marchas, que es lo que nos permite desviar la cadena para hacerla coincidir con los piñones que hay en el casette (piñones), montado sobre el buje trasero.
Por último tenemos el amortiguador del cuadro. Hay muchísimos tipos de diseño para colocar el amortiguador, cada uno con sus beneficios y sus problemas. Lo ideal es que nos robe la menor fuerza posible a la hora de pedalear pero que a su vez nos ofrezca la comodidad del amortiguador.
Y esto es todo, así muy por encima explicado a un nivel muy básico.