A ver, si le das un golpe al disco, y ves claramente que está doblado, pues puedes probar de ponerlo recto, y si funciona, pues perfecto, no tienes que tirarlo.
Ahora bien, ponerte a doblarlo sin saber seguro que es eso, y sin ni siquiera saber si todos los tornillos están bien apretados, ya sean del disco o de la pinza, me parece una temeridad. Si lo has hecho varias veces, no me extrañaría que el disco estuviese bien, y lo hayas deformado tu.
Lo de quitar el tornillo de sangrado de la maneta, es por si al seperar los pistones, se produce exceso de presión, el líquido sale por arriba, y no se cargue la bomba por sobrepresión, pero en ese caso solo saldría el líquido sobrante y el circuito se quedaría lleno. Quitando el tubo, seguramente el líquido de la maneta se salga por abajo, y el sobrante del tubo también, por lo que es probable que ahora tengas líquido de menos en el circuito, por eso ahora tienes que hacer mas presión con la maneta para que frene.
Tanto quitando el tubo (no lo vuelvas a hacer) como quitando el tornillo de sangrado, los pistones se deberían abrir del todo. Si no lo hacen, seguramente ese sea tu problema, deberán estar sucios, y por eso no abren del todo, y a la que haces un par de frenadas, se deben quedar trabados y por eso te rozan.
Para solucionarlo, hay que limpiar. Para eso quita las pastillas para que no se ensucien. Luego pulsa unas cuantas veces la maneta para que los pistones salgan. Ve con cuidado porqué si te passas, podrían llegar a salirse los pistones, y entonces si que la habrías liado parda. Una vez están los pistones un poco salidos, los limpias bien, yo lo hago con sprai limpiador de frenos, o con alcohol isopropílico y con papel. Igual también se podría hacer con un desengrasante normal, pero si es muy agresivo, igual podría afectar a las juntas de los pistones.
Una vez está bien limpio y seco, toca lubricar. Yo lo hago con el propio líquido de frenos de Shimano, que es el mismo que usan los tektro, y que realmente no es líquido de frenos, sinó un aceite mineral. Mojo un bastoncillo de los oidos con el aceite, y voy empapando todo el exterior de los pistones.
Una vez está bien lubricado, quito el tornillo de sangrado de la maneta, y separo con un desmontable los pistones, hasta que están hundidos del todo. Vuelvo a poner el tornillo de sangrado, limpio bien la pinza con sprai limpiafrenos y papel, para que no quede ningún sobrante de aceite que pueda ir a parar a las pastillas o al disco, y cuando está bien limpio, vuelvo a montar las pastillas, y ya debería estar todo bien.