Lo ideal es llevar 2 luces, un foco en el manillar que sea más bien inundador (que se disperse la luz y abarque todo lo posible) y una linterna en la cabeza tirando a lanzadora (luz concentrada en un punto). Con el foco se pretende iluminar de forma general y con la linterna apuntamos a donde apunta nuestra cabeza, ayuda a iluminar los puntos menos iluminados en curvas o momentos en los que el manillar está enfocado para un lugar diferente a donde miramos.
Es conveniente que la calidez de la luz sea la misma en todas las linternas o focos que tengamos.
En principio con esto conseguimos tener todo iluminado, pero hay muchas cosas a tener en cuenta y la mayoría van a depender del tipo de ciclismo que se realice.
Si es para hacer senderos por medio de la montaña es mejor buscar luz inundadora, si es para hacer ciclismo de carretera y por ende mayor velocidad, habría que buscar luz más lanzadora.
Para ciclismo de senderos por medio de la montaña es posible que con un sólo foco y una linterna en la cabeza hasta sea poco, ya que hay que vigilar todo el terreno a conciencia y más en los descensos, en cambio en ciclismo de carretera con un único foco podría ser suficiente.
Todo esto también se traduce en que cuanta menor sea la velocidad, más complicado sea el camino y las curvas más cerradas, tendremos que llevar más iluminación y esta debe ser más inundadora.
Cuanta mayor velocidad, carretera llana y despejada, no hace falta tanta luz y esta debe ser más lanzadora (enfocada en un punto más distante). Entendemos que necesitar menos luz no significa ir con una única luz precaria, siempre hay que llevar buena iluminación para las condiciones en las que se se pedalea.
Saludos.